Si bien el mundo ya está dando pasos importantes en el cambio a vehículos eléctricos, de bajas emisiones y de bajo consumo de combustible, es cierto que las ciudades no pueden depender exclusivamente de automóviles individuales, incluso si están completamente electrificados, para que sus sistemas de transporte estén preparados para el futuro. La cadena de producción para la fabricación de vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en inglés) y sus baterías enfrenta desafíos complejos. La red eléctrica aún necesita ser completamente descarbonizada. Y las ciudades están cada vez más pobladas y más congestionadas.

Como resultado, muchas ciudades se están transformando para crear alternativas sostenibles y justas a los automóviles, así como principios adeptos a la ciudad de 15 minutos. Estas ciudades están invirtiendo en opciones de transporte público y activo. Animan a las personas a caminar, andar en bicicleta y usar el transporte público siempre que sea posible. Alientan a los planificadores urbanos a avanzar hacia el transporte multimodal para crear ciudades más sostenibles, habitables e inclusivas.

Para acelerar los resultados y alcanzar estas metas, los planificadores de movilidad y los departamentos de transporte están aprovechando software digital avanzado, como la simulación de movilidad, para generar escenarios hipotéticos, facilitar decisiones más informadas y producir una mejor eficiencia y efectividad en estos modos de transporte.