Uno de los desarrollos más significativos en la transición de energías limpias en 2022 fue el rápido crecimiento de las energías renovables. Las adiciones de capacidad de energía renovable alcanzaron un récord máximo de 295 gigavatios, 23 % más que en 2021, según la Agencia Internacional de Energía Renovable. La energía solar y eólica representaron la mayoría de las nuevas adiciones de capacidad de energía renovable. Por ejemplo, China cumplió el 50 % de su objetivo de energía renovable para 2025 en 2023, según el medio de comunicación estatal Xinhua. The Guardian señala que la capacidad solar en China es actualmente mayor que la del resto del mundo combinado.

La transición a las energías limpias también tiene un impacto positivo en la economía y la creación de empleo. Un informe reciente de IRENA y de la Organización Internacional del Trabajo señala que, a nivel mundial, el sector de las energías renovables empleó a más de 12 millones de personas en 2022, y se espera que esa cifra crezca en los próximos años.

Sin embargo, se requiere una cantidad sustancial de esfuerzo adicional para lograr cero emisiones netas para 2050, una meta establecida por un número creciente de países. Y será necesario el trabajo y la participación de gobiernos, empresas e individuos para acelerar la transición a las energías limpias.
Si bien la diversificación es clave para escalar la generación de energía a nivel mundial, la necesidad de infraestructura de red, tanto de transmisión como de distribución, es igualmente crítica.