TENDENCIA
Saludable, sostenible, resiliente
Las ciudades pueden abordar el cambio climático y mejorar el bienestar de los residentes. Pueden ayudar a lograr la sostenibilidad y la resiliencia al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentar el acceso al transporte público y al aire limpio, y desarrollar la capacidad para hacer frente al cambio.
TENDENCIA 2022
Saludable, Sustentable, Resiliente
Tan solo 25 megaciudades producen 52 % de las emisiones de gases de efecto invernadero urbanas del mundo. Las ciudades son al mismo tiempo el mayor impulsor y la mayor víctima de los efectos del cambio climático, por lo que tienen motivos importantes para abordarlo. Más de 10 000 ciudades ya se han comprometido a reducir sus emisiones de carbono para 2050.
Pero las ciudades también enfrentan muchos otros retos críticos. Si bien solo 50 % de la población urbana mundial tiene fácil acceso al transporte público, 17 personas mueren por la contaminación atmosférica cada minuto. La naturaleza disruptiva del COVID-19 y las incertidumbres globales emergentes fueron duros recordatorios de que las áreas urbanas necesitan estar preparadas para un futuro siempre cambiante e impredecible.
Debemos seguir encontrando métodos y tecnologías que empoderen a las ciudades prósperas para equilibrar la calidad de vida, la salud, la descarbonización y la resiliencia climática.
Las ciudades llegaron para quedarse y el futuro de la humanidad es sin duda urbano, pero no exclusivamente en las grandes áreas metropolitanas, las pequeñas y medianas áreas urbanas seguirán desarrollándose.
Las ciudades son responsables de más del 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Tan solo 25 megaciudades producen 52 % de las emisiones de gases de efecto invernadero urbanas del mundo. Son al mismo tiempo el mayor impulsor y la mayor víctima de los efectos del cambio climático, por lo que las ciudades tienen motivos importantes para abordarlo. Más de 10 000 ciudades ya se han comprometido a reducir sus emisiones de carbono para 2050.
Pero las ciudades también enfrentan muchos otros retos críticos. Si bien solo 50 % de la población urbana mundial tiene fácil acceso al transporte público, 17 personas mueren por la contaminación atmosférica cada minuto. La naturaleza disruptiva del COVID-19 y las incertidumbres globales emergentes fueron duros recordatorios de que las áreas urbanas necesitan estar preparadas para un futuro siempre cambiante e impredecible.
Debemos seguir encontrando métodos y tecnologías que empoderen a las ciudades prósperas para equilibrar la calidad de vida, la salud, la descarbonización y la resiliencia climática.
Las ciudades llegaron para quedarse y el futuro de la humanidad es sin duda urbano, pero no exclusivamente en las grandes áreas metropolitanas, las pequeñas y medianas áreas urbanas seguirán desarrollándose.